Por: Alejandro Lara Villegas

Ceo Intelector México y creador de “Herramienta Intelector 2.0”

En las últimas 2 décadas, las tecnologías digitales se han desarrollado a un ritmo acelerado, la incorporación de aplicaciones de la información y la comunicación (TIC) al proceso productivo y económico han permitido descentralizar los métodos de producción mediante la colaboración y el intercambio de información sin barreras de tiempo ni espacio, a este periodo se le ha conocido como la “revolución digital”.

Los conocimientos informáticos han evolucionado la era digital, lo que ha permitido a usuarios comunes la posibilidad de convertirse en creadores y generadores de contenidos innovadores desde su propia computadora personal o dispositivo móvil, en terrenos que antes estaban limitados a técnicos y especialistas. Es decir, que algunas herramientas que estaban condicionadas a expertos digitales ahora son accesibles a todas aquellas personas que cuentan con conexión a la red.

Internet hace posible nuevas formas de interacción social. Por ejemplo, las redes sociales, blogs y chats han permitido nuevos medios de comunicación e interacción. Los usuarios del ciberespacio pueden interactuar con otros en una variedad de páginas con información y comunicación directa e indirecta con personas conocidas o grupos de interés común.

Siguiendo este argumento, las tecnologías informáticas permiten un rápido acceso a la red en todos los ámbitos de la vida, y la política no es la excepción, lo que ha servido para vincular a la sociedad y a sus representantes, en distintas plataformas digitales, inclusos más allá, que los propios medios de comunicación tradicionales.

En esta dinámica, la promoción y búsqueda del voto electoral ha obligado a los partidos políticos a incorporarse rápidamente a las tecnologías digitales, para difundir sus contenidos; en la medida que internet y las redes sociales han crecido, los gobernantes y figuras políticas la utilizan cada vez más para desplegar sus mensajes y campañas de posicionamiento a segmentos más amplios de la población, las TIC´s, especialmente internet, representan un medio efectivo, económico y poderoso para que los políticos puedan llevar su oferta política a los usuarios de estas tecnologías.

En nuestra era, los escenarios digitales se han convertido en la mayor y mejor herramienta de comunicación e interrelación virtual de políticos, gobiernos, influencers, YouTubers, Community Manager y líderes de opinión (Digitales) entre otros.

La visibilidad y cercanía que se alcanza con las actuales plataformas difícilmente se iguala con otros canales de comunicación, es por ello, que los partidos políticos y figuras públicas, le han dado una extrema trascendencia a su estrategia digital.

La política significa poder y para lograr obtenerlo hay que adaptarse. Es importante destacar que las próximas campañas electorales deben adecuarse a las nuevas tecnologías, a los cambios producidos en la sociedad y a las nuevas formas de comunicación, ya que sólo así tendrán la posibilidad de ser escuchados, entendidos y de esta forma “ganar la competencia electoral”.

Una buena base de datos, levantada con recursos propios o de terceros, acompañada de un buen proveedor del servicio de envíos, le permitirá establecer vías de comunicación bidireccionales altamente eficientes. Posibilitará, además, para su campaña, la segmentación múltiple, demográfica y geográfica, combinada por niveles de interés o activismo.

Se podrán enviar correos electrónicos de forma masiva a sus aliados de manera altamente segmentada, así como mensajes de WhatsApp considerando criterios de alta relevancia.

Todo nuestro esfuerzo en el ciberactivismo y la política 2.0 debe aterrizarse, ser capaces de lograr articulación con el mundo real. Evidencia empírica de nuestro estudio sobre ciberpolítica sugiere que, pese a los reclamos por mayor bidireccionalidad, una de las acciones menos frecuentes del ciberactivismo es el movilizarse. Pasar del activismo virtual al activismo real, o del 2.0 al 1.0, es una de las acciones menos frecuentes por parte de los seguidores en Twitter y Facebook, Instagram, YouTube, TikTok. Es, sin embargo, una de las más importantes.

“slacktivismo” es un ciudadano que siente que hace activismo político desde la comodidad de su sofá, smartphone, Tablet, IPad, se considera típicamente informado, Maslow lo situaría en el nivel en que sus necesidades básicas han sido satisfechas.

La “nueva normalidad” producida por la pandemia que estamos viviendo por el Covid-19, cada día son más comunes las videoconferencias y una de las aplicaciones más usadas en este momento, son Zoom, Google Meet, GoToMeeting, Jitsi entre otras para facilitar el teletrabajo pero también se han prestado como medios alternativos para ser usados y encausar comunidades digitales a distancia para llevar el mensaje político a la sociedad.

Estas herramientas permiten la interacción virtual entre equipos de trabajo y es usada hasta por grupos de amigos. Son unas excelentes aliadas cuando la distancia no permite realizar reuniones presenciales. Como se trata de una conexión de vídeo, esta forma hace que la comunicación parezca mucho más humana en comparación con el email o la mensajería instantánea.

Lo mejor de todo, es que puede ser usada por equipos pequeños, medianos y grandes. Esto con la finalidad de mantenerse informados sobre el flujo de trabajo diario. No cabe duda de que hoy en día no estar en una oficina no es sinónimo de lejanía ni de objetivos no cumplidos.

“Rumbo a una nueva democracia digital”